Todos sabemos que el running ofrece grandes beneficios a la salud, incluyendo la pérdida de peso, el fortalecimiento del sistema cardiovascular, así como el fortalecimiento de los músculos, el alivio de la tensión, etc. Pero antes de empezar a correr primero hay que tomar una serie de recomendaciones, de las cuales precisamente les queremos hablar a continuación.
Preparate para practicar Running
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Establecer metas realistas
Es recomendable que antes de comenzar a hacer running, primero definas metas a corto plazo que puedas realizar fácilmente. Eventualmente, cuando vayas consiguiendo esas metas, puedes establecer otros objetivos a largo plazo. Si de entrada te marcas objetivos poco realistas, es más probable que te desanimes al no conseguirlos.
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Utiliza zapatos adecuados
Siendo el running una actividad física que depende de los pies, es fundamental que te asegures de utilizar zapatos deportivos adecuados.
Si no sabes bien cuáles son los mejores zapatos para hacer running, puedes investigar en Internet o preguntar en una tienda especializada. Lo importante de todo es que al usarlos te sientas cómodo y sin molestias. No debes usar zapatillas de moda, ya que no son adecuadas para correr
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Utiliza la ropa indicada
Puede parecer algo sin importancia, pero la ropa para correr es fundamental para obtener un mejor rendimiento. Las camisetas de algodón y los pantalones cortos se sienten pesados cuando están empapados de sudor.
Por lo tanto se recomienda comprar ropa running 100% poliéster o de material sintético similar que eliminan el sudor y te hacen sentir más cómodo.
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Asegúrate de llevar una buena alimentación
Correr te ayudará a quemar 400 calorías o más por hora, sin embargo, con el objetivo de obtener o mantener tu cuerpo en forma, tienes que llevar una alimentación saludable.
Nunca es bueno que corras con el estomago vació, por lo que siempre es recomendable que consumas un aperitivo antes de hacer running como una bebida de plátano o una barra de energía.
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Hidratación
Cuando eres un principiante en el running, es importante que prestes atención a lo que bebes y cuánto estas bebiendo antes, durante y después de tu actividad física.
Mantenerse hidratado es fundamental para obtener un rendimiento adecuado y más importante aún, para la prevención de enfermedades relacionadas con el calor. Lo ideal es que multipliques tu peso corporal por 0.6 para determinar la cantidad de agua en onzas que debes consumir cada día de tal manera que mantengas los tejidos sanos y libres de lesiones. Si estas deshidratado es más fácil que te sientas con fatiga, te duela la cabeza o que disminuya tu coordinación, incluso que sufras de calambres.
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